lunes, 28 de diciembre de 2015

Anat Levin / Ay, mamá

























3

Había dos idiomas.
Ellos decían:
“Ésta es una estúpida
ése es un ladrón
ésa anda con aquél
ana puta
en rusia ya era puta
y la madre también – puta
ése oy vey schwartze jaies
árabes, puaj, yob tvoyu mat,
no te casas nunca con schwartze
ése es azoy rumano, ése es un polaco ladrón, aquél es bujarí,
les das un dedo y quieren todo de todo,
comida gratis, ¿éso es sufrimiento, eh?
Nosotros sí que sufrimos, éso es sufrimiento.

A la muñeca sin piernas le decías
“¿querrías una taza más de té, querida amiga?
¡qué hermoso día!, ¿no es verdad?”

Había un tercer idioma
pero nadie lo hablaba.


4

De allí vinieron, de los bosques. Había que perdonar.
Traían consigo una gran historia que tú, pequeña,
debiste acarrear en la bolsa de tu almuerzo
junto al sándwich: dos rebanadas de pan blanco
una sobre la otra.

En el medio, nada.




Traducción: Gerardo Lewin




Glosario

ana: ella (ruso, она)
oy vey: ayes y quebrantos (hebreo en pronunciación yiddish, אוי ווי)
schwartze jaies: bestia negra (yiddish, שווארצה חייס)
yob tvoyu mat: que se follen a tu madre (ruso, Ёб твою мать)
schwartze: negro (yiddish, שווארצה)
azoy: así (yiddish, אזוי)
bujarí: judío de Asia Central, del antiguo emirato de Bujará.











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